Dado el elevado nivel de amenaza terrorista, comparable al del 11-S, y el reciente intento de asesinato del expresidente Trump, es crucial que la seguridad de las empresas dé prioridad a la preparación integral frente a todas las amenazas potenciales. Lamentablemente, una vez más nos enfrentamos a un entorno de amenaza creciente. ¿Estamos prestando atención esta vez?
Los últimos datos de inteligencia sugieren que los terroristas y extremistas violentos están más activos que nunca, y que el riesgo de atentados en suelo estadounidense está aumentando. Es imperativo que la seguridad corporativa y privada adopte medidas inmediatas y proactivas para mitigar estas amenazas y proteger a su personal y sus activos.
Lo que aprendimos tras el 11-S
En general, la Comisión del 11-S, en el capítulo 11.4 de su informe, enumeró nueve "oportunidades perdidas" por la CIA, el FBI, el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) y las autoridades de transporte aéreo, pero concluyó que si se hubiera actuado individualmente sobre ellas, probablemente los atentados se habrían producido igualmente.
En consecuencia, el gobierno de Estados Unidos puso en práctica muchas de las conclusiones de la Comisión, lo que se tradujo en la creación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la creación del programa Air Marshal dentro de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA), la creación de un Centro Nacional Antiterrorista plenamente integrado, la aprobación de la Ley Patriota de Estados Unidos y la mitigación de las restricciones al intercambio de inteligencia entre el FBI y la CIA, por citar sólo algunas.
Aunque Estados Unidos ha permanecido bajo la amenaza constante de atentados desde el 11-S, muchos de los nuevos programas, herramientas y mejoras del entorno operativo han contribuido a que no se hayan producido atentados terroristas coordinados espectaculares en el país desde entonces. Esto ha contribuido a desplazar el panorama hacia los individuos radicalizados y los "lobos solitarios", ya que muchas de las nuevas iniciativas y programas antiterroristas han dificultado que los terroristas extranjeros actúen con la misma libertad que antes del 11 de septiembre.
El actual entorno de amenazas
Recientemente, altos funcionarios del gobierno han señalado que los terroristas y extremistas violentos interesados en atentar contra Estados Unidos y nuestros aliados occidentales parecen estar más animados que en ningún otro momento de los últimos años.
La radicalización interna de los terroristas sigue siendo una de las principales preocupaciones, especialmente con la prevalencia de la propaganda terrorista que se difunde a través de las redes sociales, los foros en línea y otras plataformas de Internet.
Recientemente, el 4 de junio, el Director del FBI, Christopher Wray, en una declaración ante el Subcomité de Comercio, Justicia, Ciencia y Agencias Relacionadas del Comité de Asignaciones del Senado, esbozó el actual entorno de amenazas:
"...ya existía un elevado riesgo de violencia en Estados Unidos antes del 7 de octubre. Desde entonces, hemos visto cómo una serie de organizaciones terroristas extranjeras han hecho llamamientos para cometer atentados contra estadounidenses y nuestros aliados. Dados esos llamamientos a la acción, nuestra preocupación más inmediata ha sido que individuos o pequeños grupos se inspiren torcidamente en los acontecimientos de Oriente Próximo para llevar a cabo atentados aquí en casa."
Estados Unidos en el punto de mira
Está claro que Estados Unidos sigue siendo un objetivo terrorista apetecible. Las recientes declaraciones de grupos radicales y los informes de los medios de comunicación incluyen referencias directas a Estados Unidos y a objetivos estadounidenses. Por ejemplo, en las últimas semanas se han hecho las siguientes declaraciones:
- El 16 de julio, los medios de comunicación informaron de que Estados Unidos había recibido información de inteligencia sobre un complot iraní para asesinar a Trump semanas antes del atentado. Aunque no parece haber una conexión entre la alerta y el tirador real, "este ataque refuerza nuestra evaluación de que los objetivos relacionados con las elecciones están bajo una mayor amenaza de ataque u otros tipos de incidentes perturbadores", declaró un boletín de inteligencia conjunto de Seguridad Nacional y el FBI.
- El 1 de julio, The Hill informó de que las bases militares de EE.UU. en Europa entraron en alerta más alta que cuando fueron elevadas a la condición "Charlie " el 29 de junio debido a la Eurocopa y los próximos Juegos Olímpicos.
- El 10 de junio, un Foreign Affairs titulado "The Terrorism Lights are Blinking Red Again" ("Las luces del terrorismo vuelven a parpadear en rojo") esbozaba las recientes advertencias de varios funcionarios del gobierno que "se hacen eco de los preparativos del 11-S".
- El 1 de junio, un grupo terrorista afiliado a ISIS publicó un cartel en inglés amenazando a civiles y fuerzas militares estadounidenses de todo el mundo con ataques suicidas en venganza por las muertes de "musulmanes en Palestina, Siria y otros lugares."
- El 30 de mayo, Al Qaeda hizo pública una declaración sobre el conflicto de Gaza y llamó a asesinar y decapitar a los "sionistas". Además, pedía a los musulmanes que llevaran a cabo la yihad y atacaran a individuos judíos, estadounidenses y a quienes se asociaran con ellos. Terminaba pidiendo a Alá que bendijera un ataque a tiros contra un objetivo no especificado.
- El 28 de mayo, un medio de comunicación afiliado al ISIS difundió un cartel en el que se amenazaba al Estadio Internacional del Condado de Nassau de Nueva York, una de las sedes de la Copa Mundial de Cricket T20. El cartel amenazaba el partido entre India y Pakistán y mostraba un dron sobrevolando el estadio con dinamita y un reloj en marcha.
Seguridad y preparación ante emergencias
A medida que el gobierno de Estados Unidos ha ido aplicando las recomendaciones de la comisión del 11-S para reforzar la seguridad en el sector público, ¿qué pueden hacer las organizaciones para prepararse ante la posibilidad de violencia terrorista en este entorno de mayor amenaza?
Para preparar de forma proactiva la postura de seguridad de su organización y proteger a su personal, instalaciones y activos de la posible violencia terrorista, siga estas seis áreas clave de evaluación descritas por nuestro equipo de expertos experimentados en seguridad física, cibernética y fronteriza, así como en lucha antiterrorista, seguridad nacional y mitigación de riesgos.
1. Evaluación de amenazas: Revise su evaluación de amenazas existente o contrate a un consultor de seguridad independiente para que le ayude a realizar una evaluación actual de la seguridad y la vulnerabilidad. Las principales áreas de interés deben incluir.
- Sistemas de seguridad física, incluidos el control de acceso, las cámaras de seguridad y los sistemas de gestión de visitantes.
- Ciberseguridad y sistemas informáticos empresariales
- Aplicar, en su caso, controles de antecedentes mejorados a los visitantes
¿Es usted un "objetivo blando"? Estas organizaciones pertenecen a sectores con un perfil público más elevado que podrían considerarse objetivos blandos, como estadios, arenas, rascacielos, administraciones públicas y vestíbulos de empresas, hospitales, escuelas, universidades, centros de datos y lugares de culto.
2. 2. Conocimiento de la situación: Supervisar la inteligencia de fuente abierta para evaluar las amenazas locales actuales. Guidepost Solutions ha apoyado a múltiples clientes diseñando y/o gestionando sus Centros de Operaciones Globales (GSOC) para mantener el conocimiento de todas las amenazas, activos y personal.
3. Postura de seguridad: Realice evaluaciones de mitigación de riesgos, pruebas de penetración y ejercicios de red-teaming para revisar la postura de seguridad de sus instalaciones. Si su equipo de seguridad interno no está preparado para ello, contrate a un experto en seguridad externo con experiencia en este tipo de evaluaciones. Asegúrese de que incluye una evaluación de vulnerabilidades y amenazas para los altos cargos, a fin de determinar si es necesaria una protección ejecutiva o una mayor seguridad física de sus oficinas y residencias.
4. 4. Planificación de la continuidad de las actividades: Revisar los supuestos de planificación para comprender cómo un incidente grave podría interrumpir las operaciones empresariales, las cadenas de suministro, el transporte y las comunicaciones. Los planes deben garantizar que la organización se esfuerza por mantener la seguridad de los empleados y la continuidad de la actividad.
5. Planificación de la respuesta de emergencia: Actualizar los planes de emergencia para centrarse en escenarios terroristas probables, como asaltantes activos, incendios provocados, amenazas de bomba, embestidas de vehículos, por nombrar algunos. Los planes deben revisarse continuamente y las políticas y procedimientos actuales deben ajustarse a la evolución del entorno de amenazas.
6. 6. Formación , simulacros y ejercicios: Desarrollar y llevar a cabo formación, simulacros y ejercicios, incluidos ejercicios de mesa, formación presencial y en línea adaptados a los distintos niveles de responsabilidad dentro de su organización. Nuestro equipo ha apoyado a nuestros clientes en estas medidas utilizando nuestra amplia red para incluir a las fuerzas de seguridad locales y federales como parte de la formación.
La conclusión
En general, la amenaza terrorista para Estados Unidos es diversa y dinámica, e implica tanto a terroristas nacionales como internacionales. La CIA, el DHS, el FBI y muchos otros organismos policiales federales, estatales y locales trabajan activamente para identificar a los terroristas, desbaratar sus actividades y detener los atentados que planean. A pesar de estos amplios esfuerzos, sigue siendo esencial que las organizaciones se preparen para una posible violencia terrorista, protejan sus instalaciones y formen a sus empleados para responder en caso de un incidente significativo. Asociarse con un consultor independiente con experiencia en la realización de evaluaciones de amenazas, la identificación de lagunas de seguridad y la formulación de recomendaciones puede mejorar estos preparativos y crear un entorno más seguro.