Recientemente, un trabajador financiero chino estaba en una videollamada con quien creía que era el director financiero. El director financiero le pidió una transferencia de 25,6 millones de dólares y resultó que todos los que estaban en la llamada eran deepfakes. A medida que la tecnología mejora, también lo hacen estos ataques. En un reciente artículo de Information Week, Cody Shultz comparte sus conocimientos sobre esta preocupante tendencia. Señala: "Conocer las amenazas potenciales es un primer paso, como saber si la empresa tiene una presencia oficial en las redes sociales y si los ejecutivos tienen perfiles. Si no es así, es importante verificar que no existan cuentas impostoras o paródicas porque pueden dañar la reputación compartiendo fotos deepfake o publicaciones incendiarias desde cuentas que parecen legítimas".
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